Espera en mí

Hoy el Señor te dice; «Espera en mi, porque yo renovare tus fuerzas y te levantaré en el poder de mi Espíritu, y donde había tristeza habrá alegría, en la debilidad fuerza, en la desesperanza esperanza, en el temor seguridad y en la tormenta paz»
«Y sabrás que yo soy tu Dios que te esfuerzo y te dice; no temas porque yo estoy contigo, soy tu refugio y seguridad «
Recibe está palabra en el nombre poderoso de Cristo Jesús.
Descansa a través de ellas y creé que puedes ir hacia un nuevo tiempo, empieza a visualizar cómo sales de esa posicion estatica de angustia, temor y preocupación, dolor y desesperanza y empieza a levantarte de la situación, tu puedes, vuela alto, ¡Dios hoy te da nuevas fuerzas!
Bendiciones para ti
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Proverbios 16:24

«Reflejaré lo que llevo en mi alma y en mi corazón»
«Panal de miel son las palabras agradables, dulces al alma y salud para los huesos» – Proverbios 16:24, LBLA
Reflexión: Como hijas de Dios nuestras palabras siempre serán agradables porque de nuestros labios saldrán las palabras que provienen de nuestro corazón que ha sido resguardado con la palabra de Dios.

No temas

“NO TEMAS QUE YO ESTOY CONTIGO”
Dios sabe y conoce cada uno de nuestros problemas, sabe cuándo nuestro corazón no está en paz, cuando la tristeza inunda nuestros días. Isaías 41:10 es un versículo clave para descubrir que Dios nos habla hoy, mañana y siempre.
Todos tenemos la facultad de vencer nuestros miedos y temores si tenemos nuestra confianza puesta en Dios. Muchas veces nos sentimos sin fuerzas, a nada de caer y desmayar debido a nuestras luchas diarias. Es importante saber que aun en medio de la batalla Dios nos da fuerza porque Él es nuestro Dios, y aun sin verlo Él está aquí siempre para ayudarnos y guiarnos.
Una definición de sustentar, es mantener un cuerpo sin caer y saber que Dios nos mantiene con su mano de justicia nos da la certeza de que saldremos victorioso de cualquier batalla.
Te animo a que no te des por vencida. Recuerda que HAY UN DIOS EN LOS CIELOS QUE ESTA A NUESTRO FAVOR, solo debemos estar seguros y confiados que el peleará nuestras batallas y nos dará la VICTORIA.

Juan 6:35-38

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. 36 Pero ya os dije que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Es posible que tu vida pasada sea un desastre pero nuestro Dios puede cambiar nuestra historia.

Eres parte de la solución o del problema?

¿Eres parte de la solución o parte del problema?

Muchas veces, sin quererlo o sin darnos cuenta, nos hacemos parte del problema.

Lo vemos venir y temblamos de la preocupación; le damos vueltas hasta que nos duele la cabeza o se la ponemos como un bombo a quien esté al lado y creamos un problema añadido al entrar en tal estado de nervios.

Honestamente, yo también lo he hecho. Reconozco que no es lo más práctico ni lo más sensato. Y, a modo de sugerencias (o autosugerencias), he aquí ideas para salirse del problema y comenzar a explorar soluciones.

  1. Ponte en pausa. Cuando salten las alarmas, espera. Date un paseo o busca otra manera de despejarte, hasta que se aplaquen los nervios y puedas ver las situación con otros ojos; con los ojos de la razón.
  2. Acepta tu miedo, pero no dejes que decida por ti. Tener miedo es normal y hasta saludable. Otra cosa es ser prisionero del mismo. El miedo es sólo una emoción que tiene el poder que tú le des.
  3. Cíñete a los hechos. No te cuentes a ti mismo historias sobre las malas intenciones de tal o cual. No especules con lo que pueda ocurrir en adelante, si no cuentas con datos contundentes. Quédate con la información que conoces, con lo que puedes manejar… y haz el resto a un lado.

La situación ya es complicada, como para querer complicarla más.

  1. Hazte preguntas que lleven a soluciones. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? Esos interrogantes sirven de poco. Elige preguntas que supongan un paso adelante, como: Dado el panorama, ¿qué es lo próximo que voy a hacer?
  2. Busca acuerdos. Si hay más gente involucrada, la solución hay que encontrarla entre todos.

Esperar que otros enfoquen la situación del mismo modo que tú y que lleguen a las mismas conclusiones hará el problema más grande. Escucha. Comprende. Y, si no estás de acuerdo, expón lo tuyo.

Ahora… ¡a encontrar una solución!

Difícil papeleta, a la que no le hace justicia una entrada tan corta como ésta.

Pero, para tener el proceso claro, todavía voy a resumirlo más: No te enlaces al problema con emociones desbocadas y un exceso de pensamientos catastrofistas. Enfría tu mente, simplifica y enfócate en la salida.

Limpiemos nuestras ventanas

Ella siempre criticaba la ropa sucia de sus vecinos, pero solo una frase de su marido la hizo callar.

Nadie está libre de pecado, esa es una realidad. Muchas personas suelen ver, en sentido figurado, la paja en el ojo ajeno, pero ignoran o prefieren ignorar la suya propia.

Un antiguo proverbio dice que no se debe juzgar a nadie, pues uno mismo será juzgado. Esa es una verdad que la dama de esta historia comprendió por las malas. Esta mujer solía prestar especial atención a los asuntos de sus vecinos, sin tener en cuenta lo que sucedía bajo su propia nariz.

Este caso ilustra perfectamente un dicho popular: «Los que viven en casas de cristal no deberían arrojar piedras a los demás» ¿Qué opinas de esto? ¿Alguna vez te has enfrentado a una situación como esta?

La historia cuenta que una pareja de mediana edad se mudó a una nueva casa. Una mañana soleada la esposa, durante el desayuno familiar, miró por la ventana y descubrió que la ropa de sus vecinos, que estaba colgada en los cordeles del patio, no se veía muy limpia.

«¿Viste como tienen la ropa sucia? ¡Ella no sabe lavar! Habrá que regalarle algún detergente de buena calidad» — le comentó la mujer a su esposo, pero el hombre continuó leyendo el periódico sin inmutarse. Cada vez que en los vecinos colgaban la ropa, esta esposa regañona no perdía la oportunidad de lanzar alguna crítica.

Un mes más tarde, la mujer casi se atragantó con su té cuando comprobó que la ropa se veía tan blanca como la nieve. «¡Mira, ella por fin aprendió a lavar! Me pregunto quien le habrá enseñado?», le comentó a su marido.

Su esposo le contesta: “Me levanté temprano esta mañana y limpié nuestras ventanas.”

Y así es con la vida… lo que vemos cuando miramos a los demás depende de la claridad de la ventana por la cual estamos mirando.”

La moraleja de esta historia nos enseña que para juzgar a los demás debemos mirar primero a través de una ventana bien limpia de nuestra casa, si entiendes a lo que me refiero. Para juzgar a tu prójimo primero debes juzgarte a ti mismo, pues nadie es perfecto.

Comparte esta sabiduría con tus amigos, para que aprendan que quien no está libre de pecado no puede tildar de pecadores a los demás.

CARTA DE UNA MADRE

«CARTA DE UNA MADRE»

Hola hijo(a) te escribo para proponerte un trato, lo he pensado mucho y nos convendría a los dos, pero no te voy a obligar a que lo aceptes, pero déjame explicarte de que trata:

No te pongas triste, pero todos algún día vamos a dejar este cuerpo, algunos antes otros después, pero a todos nos llegará la hora, estoy segura que ese día tú estarás muy tristes, ya te veo con su traje de negro, viajando y llegando a como de lugar para despedirte, con una corona de rosas, o tal vez un ramo de rosas. Me lloraras, y así sucesivamente, trataras de cumplir todo los protocolos de un fallecimiento.

Bueno aquí va mi trato… que te parece si en ves de llevarme rosas cuando muera, me lo traes ahora, al fin al cabo de muerta que más da, ni las voy a ver lo bellas que son y menos a sentir su aroma.
Que te parece si ese día de seguro todos tomaran café en mi velorio, vienes ahora y nos tomamos ese café, de seguro que va estar más rico de los que prepararan ese día, tu sabes que yo tengo mi secreto para el café y lo acompañamos con esos panecillos que tanto te gustan.
Que te parece si en vez de venir en mi velorio de traje negro elegante, vienes hoy con un traje de cualquier color y nos vamos a comer algún restaurante muy bonito, no te preocupes yo pago.
Me imagino que ese día vendrás con tu pareja y tus hijos si ya lo tuvieras, y todos estarán con la cara triste, y si lo cambiamos porque vengas ahora y cocino algo rico, para tu pareja y tus hijos, y miramos películas como cuando eras niño o salimos a pasear todos juntos, y comemos helados, tu sabes que me encanta.
Que te parece si en vez de viajar desesperado por llegar a mi velorio ese día, vienes ahora y me disfrutas que estoy viva, muerta para que , ni vamos a poder conversar, te podría platicar tantas cosas, pero tu siempre vives con el tiempo, que te parece si te das una pausa y charlamos…

Dime hijo(a) que te parece mi trato, te lo cambio por el día de mi muerte, ese día no vengas, ven hoy y así disfrutamos los dos.

Desconozco al autor.

Dependamos de Dios y solo de El.

Tu no necesitas a una nodriza, necesitas a Dios‼️

Es tiempo que aprendamos a depender totalmente de Dios. Entiendo que muchos necesitan la aprobación de otros, muchos necesitan el amor que no recibieron de niños porque fueron rechazados y cuando conoces a alguien que te sonríe, que te muestra amistad, rápidamente te apegas a ellas. No es que las personas sean malas, el problema es que acudes a ellas en lugar de acudir al Eterno. Corres a los brazos incorrectos y no a los de nuestro Señor quien es fuerte y poderoso.

Ten cuidado pueblo, aunque tengas necesidad y estes falto de amor y atención, aunque necesites una mano amiga o unos brazos que te sostengan, no dependas de una nodriza, no sea que te pase como a Mefiboset y quedes lisiado de por vida, cuídate y cuida tu corazón; mejor que sea nuestro Padre quien nos sostenga porque El nunca nos dejará caer.

Jesus es Suficiente.
Por: Pastora Emmanuella Peccorini
Bendiciones.

ᴛʀᴀᴛᴇɴ ᴀ ʟᴏs ᴅᴇᴍᴀ́s ᴛᴀʟ ʏ ᴄᴏᴍᴏ ϙᴜɪᴇʀᴇɴ ϙᴜᴇ ᴇʟʟᴏs ʟᴏs ᴛʀᴀᴛᴇɴ ᴀ ᴜsᴛᴇᴅᴇs. ʟᴜᴄᴀs 6:31

ᴇs ғᴀ́ᴄɪʟ ϙᴜᴇᴊᴀʀɴᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ғᴏʀᴍᴀ ᴇɴ ʟᴀ ϙᴜᴇ sᴏᴍᴏs ᴛʀᴀᴛᴀᴅᴏs, ᴘᴇʀᴏ ɴᴏ ᴇs ᴅɪғɪ́ᴄɪʟ ᴅᴀʀɴᴏs ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀɴᴇʀᴀ ᴇɴ ʟᴀ ϙᴜᴇ ᴛʀᴀᴛᴀᴍᴏs ᴀ ʟᴏs ᴅᴇᴍᴀ́s. ᴅᴇʙᴇᴍᴏs ᴅᴇᴊᴀʀ ᴇʟ ᴇɢᴏɪ́sᴍᴏ ʏ ᴇᴍᴘᴇᴢᴀʀ ᴀ ᴛʀᴀᴛᴀʀ ᴀ ʟᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs ᴄᴏᴍᴏ ϙᴜᴇʀᴇᴍᴏs sᴇʀ ᴛʀᴀᴛᴀᴅᴏs, ᴍᴏsᴛʀᴀɴᴅᴏ ᴛᴏᴅᴏ ᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇ ᴅɪᴏs.