Estresada?

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” — Filipenses 4:6

La ansiedad y la preocupación son terribles. Es demasiado común tener un ataque de pánico o estar lleno de estrés. Luchar por encontrar la paz durante todo el día puede ser paralizante y deprimente.

A pesar de que las Escrituras dicen que no te preocupes por nada, parece una tarea imposible. Cuando estás en las profundidades y perdida en el caos, es allí cuando tenemos que preguntarnos quién es más grande que todo.

En lugar de centrarte en la ansiedad o el estrés, concéntrate en orar al Señor. Comparte tus preocupaciones y miedos con él. Dáselo todo a él y luego dale las gracias por todo lo que ha hecho por ti en todos los aspectos de la vida.

En lo personal me encanta repetir una y otra vez “Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.” — Salmos 103:2

Oremos:
Señor, esta vida es muy estresante. Hoy, Señor, quiero darte todas las cosas que me causan estrés y ansiedad, que me paralizan con miedo y pánico. Señor, también quiero darte las gracias por lo que has hecho y estás haciendo en mi vida. Sin ti estaría perdida. Gracias Jesúcristo.

Bendiciones
Con cariño
Pra. Emanuela Peccorini

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